Proviene de la cosecha de cerezos maduros para luego ser despulpados y pasar por una fermentación de 12 a 18 horas y ser lavados con agua limpia, con el propósito de eliminar las sustancias residuales del mucilago que todavía se encuentran adheridas al pergamino del café y seguidamente son llevados al secador solar por un promedio de 3 a 5 días, todo un procedimiento cuidadoso para resaltar todos los sabores que posee el grano.